-Entramos silenciosamente en el Oratorio. Hacemos silencio hacia fuera,
no hablamos con nadie, pero antes que nada, hacemos silencio hacia dentro,
tratando de no pensar en otra cosa que no sea Jesús.
No vemos a Jesús, ni lo oímos, pero Él sí nos ve y nos oye: Él lee
nuestros pensamientos, antes de que los pensemos, y lee los movimientos del
corazón, antes de que el corazón se mueva. Con el pensamiento y con el corazón
le decimos a Jesús Eucaristía, desde que entramos, que lo queremos mucho.
Nos arrodillamos, y nos persignamos: “Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro, en el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
-Inicio: Canto de entrada: Cantemos al Amor de los amores.
-Oración de NACER: “Dios mío, Yo creo, espero, Te adoro y Te amo, Te
pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni Te aman” (Tres
veces).
-Oración para comenzar la adoración: Querido Jesús
Eucaristía, cuando está cerca el día de la Navidad, venimos a visitarte a
Tu Santuario, así como fueron a visitarte los pastorcitos y los Reyes Magos
cuando Tú naciste de la Virgen en Belén. Te queremos pedir muchas
cosas, pero lo primero que Te queremos pedir, es que envíes desde el cielo Tu
Luz y Tu Amor para todos los hombres, para que todos Te conozcan y Te amen aquí
en la tierra, y después para siempre, en la eternidad.
-Silencio de tres minutos: Ahora hacemos silencio, por fuera y por
dentro, y aprovechamos para hablarle a Jesús con el corazón. Nos olvidemos de
todo problema, porque estamos delante del Gran Rey y Dios Jesús Eucaristía.
Aprovechemos para decirle todo lo que le queramos decir, pero sobre todo, le
digamos que lo amamos mucho, con todo el corazón.
-Canto eucarístico: Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar.
-Oración intermedia: Querido Jesús Eucaristía, Tú que en Belén
bajaste desde el cielo, adonde estabas alegre junto al Padre y al Espíritu
Santo, para venir aquí, a este mundo, Te pedimos que en esta Navidad bajes
también al mundo, como hace dos mil años.
Tú bajaste de un lugar más alto que las estrellas, a una pobre cueva de
Belén; nosotros Te ofrecemos, para que vengas a nacer, un lugar más pobre que
la cueva de Belén, y ese lugar es nuestro corazón.
Ven, Jesús, Niño de Belén, a nacer a nuestro corazón; ven, querido Niño
Dios, en la fría noche del mundo sin Dios, y nosotros Te prometemos que Te
daremos calor con el amor del corazón.
Cuando naciste en Belén, era de noche y hacía frío, mucho frío, porque
nadie Te quería recibir; hoy en el mundo también hay mucha oscuridad, y también
hace mucho frío, porque los hombres tampoco Te quieren recibir. Ven, Niño
Jesús, porque aunque haya muchos que no Te quieren, nosotros sí Te queremos, y
por eso Te pedimos que elijas nuestros corazones para que vengas a nacer. Te
alumbraremos con la lucecita de la fe, y Te daremos el calor del amor de
nuestro pobre corazón.
-Silencio de tres minutos: ahora rezamos en silencio, sin
palabras, porque sabemos que Jesús Eucaristía nos escucha en el silencio. Le pedimos
a Jesús Eucaristía por nuestros papás, por nuestros hermanos, por nuestros
tíos, abuelos, y amigos, y también por todos aquellos que no Lo conocen y no Lo
aman, para que se conviertan y quieran ellos también recibirlo en la
Navidad.
-Oración de petición para Navidad: Ahora Jesús Eucaristía,
queremos pedirTe por los niños de todo el mundo:
-A cada intención respondemos: “Jesús, Niño de Belén, escúchanos”.
-Por los niños que sufren violencia
-Por los niños que tienen hambre
-Por los niños que están enfermos
-Por los niños que están solos
-Por los niños que están en peligro de ser abortados
-Por nuestros hermanos y amigos
-Jesús, te pedimos por los niños más pobres de todos, aquellos que no
te conocen.
-Oración de despedida: Querido Jesús Eucaristía, cuando Tú viniste a
este mundo, fueron a visitarTe y a adorarTe los pastores y los Reyes Magos. A
los pastores, fueron los ángeles los que les dijeron que Vos habías nacido, y a
los Reyes Magos, fue una Estrella en el cielo la que les mostró el camino hasta
la gruta de Belén.
A nosotros nos trae ante
Tu Presencia Eucarística, más que los ángeles, y más que una estrella, la
Estrella más brillante y más hermosa de todas las estrellas del cielo, la
Virgen María, que es Tu Madre, y también es Madre nuestra, y así como los
pastores Te cantaron Tu gloria, y los Reyes Magos Te llevaron oro, incienso y
mirra, nosotros también Te cantamos, Jesús Eucaristía, Niño de Belén, y también
Te traemos oro, incienso y mirra: oro, las obras buenas hechas por Ti;
incienso, nuestra oración y nuestra adoración eucarística; y mirra, la pureza
del cuerpo, del alma y del corazón.
Jesús Eucaristía, Niño
Dios, Dios que naciste como Niño en Belén, ven a nacer en nuestros corazones,
para que los ángeles Te cante y yo también.
-Oración de NACER: “Dios mío, yo creo, espero, Te adoro y Te
amo, Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni Te adoran, ni Te aman”
(tres veces).
-Oración final: Ya nos vamos, querido Jesús Eucaristía, pero antes de
salir, dejamos a Tus pies nuestros corazones, porque Tú dijiste que donde
estuviera nuestro tesoro, ahí estuviera nuestro corazón, y como Tú eres nuestro
único tesoro, y nuestro tesoro más grande, dejamos nuestro corazón a los pies
de Tu altar.
Te pedimos nuevamente, antes de retirarnos, que en esta Navidad nazcas
en las almas de todos los hombres de todo el mundo, y que a todos ilumines con
Tu luz y con Tu Amor. Jesús Eucaristía, Niño de Belén, haz que nos alegremos
con Tu Presencia y con Tu compañía.
Jesús, Dios mío, yo creo, espero, Te adoro y Te amo. Te pido perdón por
los que no creen, ni esperan, ni Te adoran, ni Te aman (tres veces).
-Canto de despedida. Villancico navideño.