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jueves, 4 de noviembre de 2010

San Tarcisio dio su vida por Jesús Eucaristía


¿Puede un niño de once años dar la vida por Jesús Eucaristía? Sí, si puede, y un niño que dio la vida por Jesús Eucaristía fue San Tarcisio.

Su historia es la siguiente: San Tarcisio vivió en la época de los romanos –como los que salen en las películas, esos que tienen cascos, espadas, lanzas, y escudos-, y era ayudante o monaguillo en la Misa.

En esa época, el emperador romano, que se llamaba Valeriano, y sus soldados, perseguían a los que creían en Jesús, y por eso los cristianos tenían que reunirse en cuevas bajo tierra, que se llaman “catacumbas”, para celebrar la Misa y para rezar, porque si los veían rezando afuera, los metían en la cárcel, y después los llevaban al Circo de Roma, para que los comiesen los tigres y los leones.

Sucedió que un día, después de participar de la Misa en una catacumba que se llamaba “San Calixto”, el Papa de ese entonces –no había “Papamóvil” en esa época- preguntó si alguno podía llevar la comunión a los cristianos que estaban presos –habían muchos cristianos presos, pero estaban presos no porque hubieran hecho cosas malas, sino porque creían en Jesús-.

San Tarcisio le dijo al Papa Sixto que él podía llevar la comunión, porque como era muy joven, nadie iba a sospechar de él. El Papa Sixto le dijo que bueno, que entonces llevara él la comunión, y así lo hizo San Tarcisio, y para eso, el Papa puso la Hostia consagrada, es decir, a Jesús Eucaristía, en un recipiente metálico que se llama “teca”. San Tarcisio tomó la teca entre sus manos, la cubrió con un paño, y salió de la catacumba, en dirección a la cárcel.

Cuando iba caminando, desde la catacumba hacia la cárcel, se encontró con un grupo de jóvenes que no creían en Jesucristo, y que por eso se llamaban “paganos” (los paganos son los que creen en supersticiones, como el Gauchito Gil, la Difunta Correa, o en el horóscopo, o en las cartas, o en cosas por el estilo).

Primero, los jóvenes invitaron a San Tarcisio a jugar, pero él les dijo que estaba ocupado, y siguió caminando. Pero los jóvenes lo siguieron, y le dijeron que les mostrara qué era lo que llevaba en su mano. Uno de ellos dijo: “Ah, debe ser eso que los cristianos llaman “los misterios””. Pero San Tarcisio sabía que si él les daba la H ostia, los jóvenes paganos, como no creían en Jesús, y como no habían hecho la comunión y no sabían que ahí estaba Jesús, iban a agarrar la Hostia y la iban a pisotear, y pisotear la Hostia es pisotear a Jesús, y por eso San Tarcisio les dijo que no les iba a dar la Eucaristía.

Entonces los jóvenes se enojaron mucho, y le comenzaron a empujar y a pegar, primero cachetazos, y después trompadas y patadas, y como le pegaban tanto, lo hicieron caer. Cuando San Tarcisio estaba en el suelo, en vez de ayudarlo a levantarse y dejarle de pegar, le empezaron a tirar piedras, y le tiraron tantas piedras, que San Tarcisio empezó a sangrar, hasta que perdió el conocimiento. Entonces los jóvenes paganos trataron de abrirle las manos, para sacarle la teca y pisar a Jesús Eucaristía, pero ahí Dios hizo un milagro: le dio tanta fuerza a San Tarcisio, que ni siquiera entre todos los jóvenes juntos pudieron abrirle las manos, y tan fuerte estaban cerradas, que tampoco después de muerto pudieron abrirlas.

San Tarcisio estaba tirado en el suelo, con los jóvenes encima, tratando de abrir sus manos, y fue ahí que pasó un soldado cristiano, que se llamaba Cuadrado. Éste levantó a San Tarcisio, y lo llevó a una catacumba, en donde el niño murió.

De esa manera, San Tarcisio impidió que pisotearan a Jesús Eucaristía. San Tarcisio, de sólo once años, dio la vida por Jesús Eucaristía, y Jesús Eucaristía lo recompensó con el cielo, porque ahora San Tarcisio está en el cielo para siempre, junto a Jesús, a la Virgen, a los santos y a los ángeles.

Sobre su tumba escribió el Papa San Dámaso este hermoso epitafio: “Lector que lees estas líneas: te conviene recordar que el mérito de Tarcisio es muy parecido al del diácono San Esteban, a ellos los dos quiere honrar este epitafio. San Esteban fue muerto bajo una tempestad de pedradas por los enemigos de Cristo, a los cuales exhortaba a volverse mejores. Tarcisio, mientras lleva el sacramento de Cristo fue sorprendido por unos impíos que trataron de arrebatarle su tesoro para profanarlo. Prefirió morir y ser martirizado, antes que entregar a los perros rabiosos la Eucaristía que contiene la Carne Divina de Cristo”.

San Tarcisio murió con la Eucaristía en la mano, por impedir que la Eucaristía fuera profanada; dio la vida para que la Eucaristía no fuera despreciada por quienes no la sabían apreciar.

San Tarcisio sabía que si él entregaba la Hostia a quien no la podía valorar, la Hostia iba a ser horriblemente ultrajada, y por eso prefirió dejar que le quitaran la vida antes que entregar la Eucaristía a los paganos.

Nosotros no llevamos la Eucaristía en la mano, como San Tarcisio, sino que la llevamos en el corazón, porque después de comulgar, Jesús Eucaristía se queda en nuestro corazón.

Al igual que San Tarcisio, debemos apreciar y valorar a la Santa Eucaristía, y dar la vida antes que ofender a Jesús Sacramentado.

7 comentarios:

  1. Gracias, por su aporte!, bonita la historia.

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  2. Gracis por esta información que me servirá para una cstequésis para los Tarcisios e Inesitas de los niños adoradores de la Adoración Nocturna Mexicana en un pueblito de Veracruz, Mexico. Sólo agrego que una página porno se infiltró en este sito...cuidado!!!
    Dios les bendiga. Gladys

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  3. desde niña, la historia de Tarcisio, me impresionó muchísimo.
    Cuando fué rescatado de esos malvados, logró decir tengo en mi pecho la sagrada Hostia,luego falleció este valiente niño mártir de la Eucaristía..! Dios los bendiga..!!

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  4. enseñémos a nuestros niños la vida del Mártir de la Eucaristía, para servir y amar a Dios, no es nescesario ser adulto. Sembremos en sus corazones un amor grande y profundo..!
    Morir por Dios, es vivir verdaderamente y hacer vivir a los demás. Padre Pio de Pietrelcina.
    Cada vez que llevo a mi nieto de 4 años la Iglesia, desde la entrada le dice: hola Jesusito, yo soy tu amigo, pero no te veo.!! Bendiciones..!! desde Perú

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  5. muy linda la historia se los enseñare a los monaguillos de mi iglesia. soy de Salta-argentina

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