Dijimos que la Santa Misa es un “sacrificio”. Vamos a
repasar un poco lo que significa “sacrificio” y porqué la Misa es “sacrificio”.
¿Qué
es un “sacrificio”?
En
general, un sacrificio es entregar un don, un regalo, costoso, de mucho valor, a
alguien, a una persona a quien se ama, para demostrarle nuestro amor y respeto.
Cuando hablamos de la Misa, decimos que la Misa es un
sacrificio, porque en la Misa se cumple todo lo necesario para que haya un
sacrificio: entregamos un don, costoso, a alguien, a quien amamos, para
demostrarle nuestro amor y respeto.
Para que se cumpla el sacrificio, necesitamos lo siguiente:
que haya un don, que haya alguien a quien lo entreguemos, y que esa entrega sea
por amor y respeto.
Veamos de qué manera se cumplen estos requisitos en la Misa.
-El Don o regalo: el don o regalo que entregamos, es el
Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesús, es decir, la Eucaristía; la Misa es el sacrificio del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo que se ofrece en el altar bajo las especies del pan y del vino, en memoria del sacrificio de la cruz; es el mismo y único sacrificio de la cruz, solo que ofrecido de forma incruenta, sacramental, sin derramamiento de sangre.
-a Alguien: el Ser divino a quien le entregamos la
Eucaristía, es Dios Uno y Trino, a quien amamos;
-Porqué lo entregamos: para demostrarle nuestro amor y
respeto.
Como vemos, en la Santa Misa se cumplen todas las
condiciones para que sea un verdadero “sacrificio”.
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