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sábado, 3 de septiembre de 2016

El Evangelio para Niños: Qué tenemos que hacer para ser discípulos de Jesús


Jesús Niño crucificado.


(Domingo XXIII – TO – Ciclo C – 2016)

         En este Evangelio, Jesús nos dice que tenemos que hacer tres cosas si queremos ser sus discípulos: renunciar a lo que tenemos, cargar la cruz y amarlo a Él más que a nuestros padres, hermanos e incluso hasta nuestra propia vida.
         ¿Qué quiere decir renunciar a lo que tenemos? Quiere decir que el que quiere ser sacerdote, o religiosa, tiene que dejar su familia, elegir no casarse y dejar todo el dinero o casas, o autos, que pudiera tener. Pero para el que no va a ser sacerdote ni religiosa, quiere decir renunciar a lo que nos aparta de Dios, que es el pecado: la mentira, el enojo, las peleas, la pereza.
         ¿Qué quiere decir cargar la cruz? Quiere decir que tenemos que llevarnos a nosotros mismos e ir detrás de Jesús, que va con la cruz a cuestas, hasta la parte más alta del Monte Calvario, para que ahí nuestro “yo” egoísta, malo, perezoso, muera en la cruz y así pueda nacer un nuevo “yo”, que vive la vida de la gracia y evita todo pecado como si fuera la peor de las pestes.
         ¿Qué quiere decir renunciar a la propia vida? Quiere decir estar dispuesto a perder la vida antes que renunciar a Jesús; por ejemplo, es lo que sucede hoy en Medio Oriente, en donde muchos niños cristianos prefieren morir antes que decir que no creen en Jesús. Pero para nosotros, que no nos persigue nadie, quiere decir que tenemos que estar dispuestos a perder la vida antes que cometer un pecado mortal o venial deliberado, y un ejemplo de esto es la gracia que pidió Santo Domingo Savio el día que hizo su Primera Comunión: “Morir antes que pecar”. Es decir, debemos estar dispuestos a perder la vida, antes que decir siquiera una mentira pequeña deliberadamente.
         Para que sepamos si somos verdaderamente amigos de Jesús, tenemos entonces que hacer estas tres cosas: renunciar a lo que tenemos, cargar la cruz, amar a Jesús más que a la propia vida.

            

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