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viernes, 24 de junio de 2022

El Sagrado Corazón de Jesús está vivo y lleno del Amor de Dios en la Eucaristía

 


(Homilía en ocasión de una Santa Misa celebrada para niños y jóvenes del Colegio La Asunción, Leales, Tucumán)

Jesús se le apareció a una monja santa llamada Margarita María de Alacquoque como el Sagrado Corazón de Jesús y, estando delante de ella, se sacó el Corazón y se lo mostró, colocando a su Corazón delante de ella.

¿Cómo era el Corazón de Jesús?

Era transparente como el cristal y esto quiere decir que Dios es así, es transparente, en el sentido de que en Él no hay mancha alguna de error, de falsedad, de mentira. Dios jamás puede mentir, en Él no hay el más pequeño rastro de maldad, porque es la Bondad Increada en Sí misma; si nosotros queremos ser como el Sagrado Corazón de Jesús, si queremos ser transparentes como Él, no debemos nunca decir mentiras y debemos amar siempre la Verdad.

El Corazón de Jesús tenía una cruz en la base y esto significa que quien quiera disfrutar de las delicias del Corazón de Jesús, tiene que subirse a la cruz, porque el Corazón de Jesús está en la cruz, que por eso se llama “Árbol de la Vida”; es como cuando uno ve un fruto muy rico en la rama alta de un árbol, para conseguirlo, hay que subirse al árbol; bueno, así pasa con el que quiera disfrutar del fruto exquisito del Árbol de la Vida, la Santa Cruz, debe subirse a la Cruz, para así poder tomar ese fruto delicioso que se llama “Sagrado Corazón de Jesús”.

El Corazón de Jesús estaba envuelto en llamas y esto quiere decir que en el Corazón de Jesús está todo el Amor de Dios, que es el Espíritu Santo y que es como un Fuego de Amor Divino y por eso, quien recibe al Corazón de Jesús en la Eucaristía, recibe el Fuego del Amor de Dios, el Espíritu Santo.

El Corazón de Jesús tenía una corona de espinas que lo apretaba fuertemente a su alrededor, produciéndole mucho dolor en cada latido: cuando el corazón se ensancha, las espinas entran en el Corazón y le provocan mucho dolor a Jesús; cuando el Corazón se contrae, para expulsar la sangre, las espinas también le provocan dolor, porque le provocan un desgarro. ¿Qué significan las espinas de la corona? Son nuestros pecados: cuando nos enojamos, cuando peleamos, cuando contestamos mal, cuando somos perezosos, a nosotros no nos pasa nada, pero a Jesús le provoca mucho pero mucho dolor en su Sagrado Corazón, por eso hoy vamos a hacer el propósito de ser buenos y santos, para no provocarle dolor a Jesús.

Finalmente, al Sagrado Corazón nosotros podemos verlo en las imágenes, ya sea pintado, dibujado, o esculpido en una escultura y por eso para nosotros esas imágenes y esculturas del Sagrado Corazón las queremos mucho y las veneramos, pero ahí no está en la realidad. Hay un lugar en donde el Sagrado Corazón sí está en la realidad y es en la Eucaristía: en la Eucaristía late, con el Amor de Dios, el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso es que, antes de comulgar, tenemos que hacer un acto de amor y de adoración interior al Sagrado Corazón de Jesús; al acercarnos a comulgar, nos arrodillamos para adorarlo no solo interiormente sino también exteriormente y para expresarle nuestro amor, podemos decirle esta oración: “Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, te amo con toda mi alma”.

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