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viernes, 9 de marzo de 2012

Hora Santa para Niños y Adolescentes para Cuaresma




         -Oración inicial: “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo; te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran ni te aman” (tres veces).

         -Silencio. Hacemos silencio exterior e interior, porque Dios habla en el silencio, y el bullicio no nos deja escuchar su suave voz.

         -Meditación:
Querido Jesús Eucaristía, venimos ante Tu Presencia sacramental a rendirte el homenaje de nuestra humilde adoración, y para que la adoración sea perfecta, invitamos a tu Madre, que es también nuestra, la Virgen María, y a todos los ángeles y santos del cielo.
         Somos débiles e inconstantes, pero venimos a postrarnos delante de ti, para renovar nuestro pacto de amor, para que nuestro corazón, amándote, sirva de reposo y descanso para el intenso dolor de tu Sagrado Corazón, dolor que aumenta al ver a tantos de tus hijos, niños y jóvenes, que viven perdidos en el mundo, enceguecidos por sus falsos atractivos, escuchando música perversa, que incita a la impureza y a los desórdenes de todo tipo.
         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, te ofrecemos nuestros corazones para que sean como otros tantos sagrarios en los que puedas refugiarte, para no escuchar los innumerables insultos, blasfemias, sacrilegios, que se cometen día a día entre los jóvenes. Ven y derrama parte de tu dolor en nuestros pobres corazones, porque no es justo que Tú hayas dado la vida por tantos niños y jóvenes, y ellos te eviten a Ti, y prefieran en cambio a sus amigos, a sus diversiones, a sus pasatiempos, a sus gustos mundanos. Tú diste tu vida en la Cruz por todos y cada uno de los niños y de los jóvenes, y ellos, la gran mayoría, se olvidan de Ti, pero en cambio se acuerdan muy bien de los ídolos de la música, del cine, del fútbol y de Internet.
         No es justo que seas despreciado, olvidado y tratado con tanta indiferencia y desamor por aquellos por quienes derramaste hasta tu última gota de sangre, los mismos que se desviven por los cantantes de música, por las estrellas de cine, o por los astros de fútbol, que nada hicieron por sus vidas, y nada harán, porque nada pueden, porque sólo Tú eres el Salvador de la humanidad.
         No es justo que los niños y jóvenes se dejen influenciar por un mundo construido por Satanás, en donde todo está pensado para hacerte olvidar, y para hacerte despreciar, y para hacerte insultar. No es justo que los jóvenes vivan con sus corazones vacíos de tu amor, y llenos de la soberbia y el orgullo del ángel negro.
         Querido Jesús Eucaristía, llama a estos niños y jóvenes, engañados por los espejitos de colores de un partido de fútbol, de una canción impura, de un concierto de música, de juegos de computadora; llámalos por su nombre, a ellos y también a los adultos, y a nuestros seres queridos, y a todo el mundo; llámalos suavemente, háblales al corazón, y verás cómo te responden, dejando todo lo mundano, para correr a postrarse delante de Tu Presencia sacramental.
         Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, te ofrecemos nuestra adoración, como humilde reparación por tantos y tantos niños y jóvenes, adultos y ancianos, que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman.
        
-Despedida:
Ya nos retiramos, Jesús Eucaristía, pero queremos decirte que Te adoramos y te glorificamos con toda la fuerza de nuestro ser y de nuestro corazón, porque eres nuestro Dios, nuestro Todo, nuestra Vida, nuestra Alegría y nuestro Amor, y sin Ti no hay nada bueno, solo tinieblas y oscuridad.
         Ven, Jesús, ven a nuestras almas y a las almas de nuestros seres queridos, por medio de la poderosa intercesión de la Inmaculada Virgen María, tu Madre y Madre nuestra, para que te adoremos y alabemos y nos alegremos en tu Presencia, en el tiempo y en la eternidad.

         -Oración final:
         “Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo; te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran ni te aman” (tres veces).

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