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martes, 26 de abril de 2016

Catecismo para Niños de Primera Comunión - Lección 23 - El Papa o Romano Pontífice


Papas Francisco y Benedicto XVI.

Catecismo para Niños de Primera Comunión - Lección 23 - El Papa o Romano Pontífice[1]
         Doctrina
         ¿Quién es el Papa? El papa es el Obispo de Roma, el Vicario de Cristo en la tierra, el que hace sus veces en el gobierno de la Iglesia; como tal, todos los católicos estamos obligados a obedecerle.
         ¿A quién ha confiado Jesucristo la Iglesia? Jesucristo ha confiado su Iglesia a los doce apóstoles y a los sucesores de los apóstoles, que son el Papa y los obispos.
         ¿Puede equivocarse el Papa? El Papa no puede equivocarse –esto quiere decir que es “infalible”- sólo cuando habla ex cathedra, es decir, cuando define doctrinas de fe y de moral y como Maestro supremo de toda la Iglesia. El Papa nunca se equivoca cuando enseña verdades de fe y de moral en el mismo sentido de la fe bimilenaria de la Santa Iglesia Católica. Pero no es infalible cuando dice algo que no puede ser, como por ejemplo, que un círculo es cuadrado y no redondo, o que el blanco es negro y el negro es blanco. Es decir, por el hecho de ser Papa, no puede modificar ni los Mandamientos de Dios, como tampoco las leyes de la naturaleza (tampoco Dios lo puede hacer, porque Dios no hace cosas absurdas).
         ¿Con qué palabras nombró Jesús a Pedro representante suyo en la tierra? Jesús dijo a Pedro: “Tú eres Pedro (=la piedra) y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra será atado en el cielo, y cuanto desatares en la tierra será desatado en el cielo” (Mt 16, 18-19).
         ¿Hasta cuándo durará la Iglesia sobre la tierra? La Iglesia durará en la tierra hasta el fin del mundo, como ha prometido Jesucristo. Jesús también prometió que estaría “todos los días” con nosotros, hasta el fin del mundo: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Esta promesa la cumple Jesús en la Eucaristía, porque allí está en Persona, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad: Jesús estará en la Eucaristía, acompañándonos todos los días, hasta el Día del Juicio Final.
         ¿Quién es el Papa en nuestros días? Es el Papa Francisco, elegido el 13 de Marzo de 2013. En nuestros días la Iglesia vive un hecho inédito, pues el Papa anterior, Benedicto XVI, renunció por motivos de salud, aunque conserva el título de “Papa emérito”. Esto quiere decir que la Iglesia, en un hecho antes nunca vivido en su historia, posee dos Papas: uno en ejercicio, el Papa Francisco, y otro emérito, el Papa Benedicto XVI.
         Explicación

         En la foto de arriba, vemos a los dos Papas actuales, los Papas Francisco y Benedicto. El Papa es el representante de Jesucristo en la tierra. Jesucristo comenzó la fundación de su Iglesia con sus discípulos, de entre los que eligió doce, que llamó apóstoles (que significa “enviados”) (Lc 6, 12-13). Luego los envió a predicar su doctrina: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, se salvará…” (Mc 16, 15-16). De esta manera, los que iban creyendo en el Evangelio y se bautizaban, se incorporaban a la Iglesia (Hech 2, 41) y así se fue formando el Pueblo de Dios. Fue a Simón Pedro a quien Jesús lo hizo príncipe de los apóstoles y jefe supremo de su Iglesia. El sucesor de Pedro es el Papa y los sucesores de los apóstoles son los obispos. Al Papa lo llamamos “Obispo de Roma” porque reside en Roma, pero es el jefe supremo de la Iglesia universal. A él debemos obediencia en la fe todos los católicos.
         La autoridad o Cabeza de la Iglesia no es el Papa, sino Jesucristo, el Hombre-Dios, que no ha muerto, sino que vive y está glorioso y resucitado en el cielo y en la Eucaristía, aunque en la Eucaristía está oculto a los ojos del cuerpo, pero “visible” a los ojos de la fe. Debido a que es invisible para nosotros, Él ha decidido nombrar un representante o embajador suyo en la tierra, y para eso ha nombrado al Papa como cabeza visible de la Iglesia, y por eso el Papa es su Vicario. Desde San Pedro, primer Papa, hasta el actual en ejercicio, Francisco, ha habido 266 Papas.
         Es tan importante la figura del Papa, que su obediencia es una de las condiciones para pertenecer a la Iglesia y ser católico. Las condiciones son tres: 1º. Estar bautizado; 2º. Creer en la doctrina de Jesucristo; 3º. Obedecer al Papa. Atentar contra el Papa es causa de expulsión inmediata de la Iglesia, la cual se llama “latae sententiae”.
         La obediencia al Papa es, pues, una de las condiciones para pertenecer a la Iglesia, según este aforismo: “Donde está Pedro, allí está la Iglesia”. Aunque hay que recordar que la obediencia al Papa –como la obediencia a los padres, a los superiores, etc.-, se limita a lo que es bueno y verdadero, porque no se puede obedecer en algo que es pecaminoso y que provoca el pecado.
         Práctica: Escucharé con reverencia al Papa y al obispo, sobre todo cuando nos hablan en sus encíclicas; su voz es la Voz de Cristo.
         Palabra de Dios: Jesús dijo a sus apóstoles: “El que a vosotros escucha, a mí me escucha y el que os desprecia, a mí me desprecia” (Lc 10, 16). San Pablo llama a la Iglesia: “columna y fundamento de la verdad” (1 Tim 3, 15). “Mirad por vosotros y por todo el rebaño, sobre el cual el Espíritu Santo os ha constituido obispos para apacentar la Iglesia de Dios, que Él adquirió con su sangre” (Hech 20, 28). Jesús nombró a Pedro Pastor Supremo al decirle: “Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas” (Jn 21, 15-17).
         Ejercicios bíblicos: Lc 6, 17; Mt 16, 18; 28, 20; Mc 16, 15-16.
        
        




[1]                      Adaptado de El Catecismo ilustrado, de P. BENJAMÍN SÁNCHEZ, Apostolado Mariano, Sevilla3 1997.

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