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domingo, 5 de agosto de 2018

El Evangelio para Niños: Jesús en la Eucaristía es el Verdadero Pan bajado del cielo




(Domingo XVIII - TO - Ciclo B – 2018)

         Después que Jesús hizo la multiplicación de panes y peces, la gente lo buscaba a Jesús para hacerlo rey, porque les había satisfecho el hambre del cuerpo.
         Pero Jesús no hizo ese milagro para que lo hicieran rey: hizo ese milagro como anticipo del milagro de la misa, donde Él multiplica, en vez de pan material y carne de peces, el Pan de Vida eterna y la Carne del Cordero, que es la Eucaristía. En cada misa, Jesús hace un milagro infinitamente mayor que multiplicar el pan de la tierra y la carne de peces, porque lo que multiplica es el Pan de Vida eterna y la Carne del Cordero, que es la Eucaristía.
Jesús les dice que no tienen que preocuparse por el pan de la tierra: tienen que preocuparse por el Verdadero Maná del cielo, que es Él mismo en la Eucaristía. Los hebreos creían que el maná que habían comido en el desierto era el verdadero maná, pero Jesús les dice que no, que el Verdadero Maná es Él en la Eucaristía.
Por eso les dice que no se preocupen por el pan de la mesa, sino por el Pan de la Misa, que es la Eucaristía.
Y eso mismo nos dice a nosotros: nosotros pensamos que es más importante alimentar el cuerpo y por eso nos preocupamos y estamos pendientes por la comida que vamos a comer, pero Jesús nos dice que no tiene que ser así: nos dice que primero tenemos que preocuparnos por el alimento del alma, que es la Eucaristía y recién después por el alimento de la tierra.
Junto a la gente del Evangelio, que le decía a Jesús: “Señor, danos siempre de ese pan, nosotros le decimos a Jesús: “Jesús, infunde en nosotros un gran amor por la Eucaristía, para que siempre tengamos deseo de alimentarnos del Pan de Vida eterna”.

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