“Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la tierra”.
Tener fe es creer sin ver. Yo no te veo, Padre, pero sí veo la obra de tus manos: el cielo, la tierra, y todo lo que hay en ellos, y por ellos creo en Ti. ¡Qué hermoso es todo lo que creaste! ¡Y todo lo hiciste para mí: las montañas, los mares, los animalitos que más me gustan…! ¡Cuánto te agradezco, Padre mío del cielo, por tu bondad y por tu gran amor!
“Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen…”.
Dios es Uno, y en Él hay Tres Personas Divinas, que trabajan juntas para que yo me salve: Dios Padre envía a su Hijo, para que nazca de la Virgen María, y el que lo trae a este mundo es Dios Espíritu Santo. Cuando nació, Jesús salió de la Virgen igual que un rayo de sol cuando pasa por un cristal. ¡Dios Padre manda a Dios Hijo a nacer de la Virgen, para regalarme a Dios Espíritu Santo!
“Padeció bajo el poder de Poncio Pilato…”
Lo culpan a Jesús de algo que no hizo. Él no hizo nunca nada malo, porque era el Cordero de Dios, pero lo mismo sufrió para que nos salvemos. La verdad es que a nosotros nos tendrían que castigar, por todas las cosas malas que hacemos muchas veces, pero Jesús se pone en lugar de nosotros, y sin haber hecho nada malo, recibe un castigo. ¡Le prometamos a Jesús y a la Virgen que nunca vamos a hacer nada malo!
“Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos…”.
Jesús subió a la cruz para morir por nosotros. ¡Cuánto sufrió Jesús en la cruz! Y sigue sufriendo cada vez que hacemos un pecado. ¡Jesús, te amo, y no quiero hacerte sufrir más! Después que murió, llevaron el cuerpo de Jesús a una tumba cavada en la roca, y mientras estuvo en la tumba, bajó a los infiernos, a buscar a todos los que eran buenos, para llevarlos al cielo.
“Al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzga a los vivos y a los muertos…”
Jesús murió el Viernes Santo, y ese día, frío y oscuro, todos lloraban. El Sábado, su Mamá, la Virgen, lo esperaba en silencio al lado de la tumba. Y el Domingo… ¡Resucitó! Resucitar quiere decir que Jesús estaba muerto, pero volvió a la vida, y ya no va a morir más. ¡Y nos quiere llevar a todos al cielo, junto a Él y a la Virgen! ¡Seamos buenos para ir al cielo con Jesús y María!
“Creo en el Espíritu Santo,
El Espíritu Santo, que en la Biblia aparece como una paloma, es el Amor de Dios, y fue Jesús quien nos regaló al Espíritu Santo, después de resucitar. Él lo sopló sobre la Virgen y sobre los amigos de Jesús, para que todos estén juntos en una misma Iglesia, y para que todos nos amemos como hermanos. Además, el Espíritu Santo nos perdona los pecados en la confesión.
“La resurrección de la carne y
Jesús resucitó, salió vivo y lleno de luz de su tumba, y va a venir al final para que todos también resucitemos como Él. Pero como con este cuerpo de materia no podemos ir al cielo, porque es pesado, Jesús va a hacer que nuestro cuerpo sea un cuerpo espiritual, y así sí vamos a poder ir al cielo, para estar con Jesús, con la Virgen, con los ángeles y con los santos, para siempre. Y también con Dios Padre y con Dios Espíritu Santo. ¡Ven, Jesús, a llevarnos al cielo!
muchas gracia me sirvio mucho la explicacion del credo gracias
ResponderEliminarno me lo e aprendido pero esta muy bonito atentamente naomi
ResponderEliminartendrán alguna explicación similar pero del Credo largo?
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