Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

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viernes, 12 de noviembre de 2010

La Primera Comunión


Hoy hacemos la “Primera Comunión”, y es para esto para lo que nos hemos estado preparando por mucho tiempo, estudiando en la catequesis, sábado a sábado, durante dos años.

El día de la Primera Comunión es muy importante, y por eso es que asistimos todos a una misa tan especial como esta. Lo que vamos a hacer ahora es a “tomar la Comunión” por primera vez. Pero, ¿qué quiere decir “tomar la comunión”? ¿Qué es lo que pasa en la Primera Comunión? Es como cuando alguien invita a un amigo a su casa: cuando un amigo entra en una casa, hay que atenderlo, no se puede recibir al amigo y dejarlo sentado, esperando, mientras uno se pone a jugar, o a hacer cualquier otra cosa.

Así tenemos que hacer nosotros con Jesús Eucaristía, cuando venga a nuestro corazón: no podemos comulgar y empezar a pensar en otra cosa que no sea en Jesús Eucaristía, porque si Él es nuestro Dios y nuestro Amigo, que viene a visitarnos en esa casa que es nuestro corazón, no podemos dejarlo ahí esperando, mientras nosotros empezamos a pensar en cualquier cosa. Cuando recibamos a Jesús Eucaristía, entonces, no nos distraigamos pensando en ninguna otra cosa que no sea en Jesús: cerremos los ojos, hagamos silencio, sobre todo interior, y le digamos a Jesús que lo queremos mucho, y que queremos que nunca se vaya de nuestro corazón. Cuando Jesús Eucaristía esté en nuestro corazón, aprovechemos para pedirle por nuestros seres queridos, nuestros papás, nuestros hermanos, nuestros amigos, porque como Él es Dios, puede dar a todos su luz y su amor. Pero sobre todo le prometamos que la Primera Comunión va a ser la primera de muchas que vamos a recibir, hasta que Él nos reciba en los cielos en la otra vida, en la vida eterna.

La Primera Comunión es la Primera Vez que Jesús entra en mi casa, que es mi corazón, y no tiene nunca que ser la última, sino la primera de muchas, hasta que lleguemos algún día al cielo, cuando lo vamos a ver cara a cara.

La Primera Comunión es también como cuando alguien entra en un templo: no es lo mismo entrar en un templo todo limpio, perfumado, cuidado, lleno de flores, a entrar en un templo lleno de animales, porque los animales ensucian todo. Bueno, el templo, somos nosotros, con nuestro cuerpo, nuestra alma y nuestro corazón. Por la comunión, Jesús Eucaristía entra en ese templo que es el alma.

¿Cómo encuentra Jesús mi corazón? Lo debe encontrar limpio, sin mancha de pecado, y con un gran deseo de recibirlo.

Y si Jesús entra en el templo que es mi cuerpo y mi alma, entonces, como en el templo hay un altar y un sagrario, mi corazón tiene que ser como ese altar y como ese sagrario. ¿Vieron cómo es un Sagrario, que tiene flores perfumadas y una lucecita? Bueno, así tiene que ser mi corazón, como el Sagrario: las flores y los perfumes, tienen que ser las obras buenas y la oración, y la lucecita tiene que ser la fe en Jesús.

Si yo tengo fe en Jesús Eucaristía, voy a tratar de ser cada vez más bueno con todos, empezando por los papás y por los hermanos, y después con los amigos del barrio y los compañeros de la escuela, y después con todos, y también voy a rezar mucho, porque rezar es como hablar con Jesús, y uno habla mucho con quien quiere mucho. Si yo quiero mucho a Jesús, entonces voy a rezar mucho, es decir, voy a hablar mucho con Jesús.

Si Jesús Eucaristía está en mi corazón, entonces, tengo que ser bueno con todos, porque así voy a demostrar que Jesús está conmigo.

Jesús entra en el templo que es mi cuerpo, para darme su Corazón. A cambio, yo le tengo que dar el mío; cada vez que comulgo, Jesús Eucaristía me da su Sagrado Corazón, que está ahí, en la Eucaristía, latiendo con los latidos del Amor de Dios.

La Primera Comunión es también como una escalera que nos lleva al cielo: cada comunión, en la Misa de Domingo, es como un escaloncito que nos acerca más a Jesús en la eternidad, por eso tengo que venir todos los Domingos a Misa, para subir un escaloncito más, para estar cada vez más cerca de Jesús. Si venimos todos los Domingos a Misa, y comulgamos con un corazón limpio, nos vamos a ir acercando cada vez más a Jesús, hasta que estemos tan cerca de Él, que podamos darle un abrazo y entrar en el cielo, para estar para siempre con Jesús, con la Virgen, con los ángeles y con los santos.

Como todo esto es la Primera Comunión.

1 comentario:

  1. mi hijo hace su Primera Comunión este sábado y es un texto ideal para conversar con él, está escrito con un lenguaje fácil y ameno que acerca a los niños. Gracias, es muy lindo!

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