La Mamá de Jesús, en Fátima, pidió que los primeros cinco sábados de mes, se rezara el Rosario meditado y se comulgara, con la intención de reparar las ofensas, ultrajes y sacrilegios que continuamente se cometen contra los Sacratísimos Corazones de
Jesús y María.
Ofrecemos estas meditaciones, para facilitar el cumplimiento del deseo de Nuestra Madre del cielo, animando a los niños y a los jóvenes para rezar y reparar.
Primer Misterio de Gloria: Jesús vuelve lleno de la luz y de
la gloria divina. Después de sepultar a Jesús el Viernes Santo, cerraron la puerta
del sepulcro con una piedra gigante que no dejaba pasar la luz y por eso estaba
todo oscuro. Pero el Domingo bien tempranito, del Corazón de Jesús comenzó a
salir una luz que le iluminó todo el Cuerpo: esa luz era la Gloria de Dios, que
Él tenía desde siempre, y que ahora le daba vida de Dios. Así resucitó Jesús y
así está en la Eucaristía y cuando comulgamos, Jesús entra en nuestros corazones,
que son oscuros como el sepulcro, y nos inunda de su luz, de su vida y de su
Amor. Virgen María, haz que recibamos siempre a Jesús en la Eucaristía para que
nos colme de su luz y de su Amor.
Segundo Misterio de Gloria: la Ascensión de Jesús a los
cielos. Jesús asciende a los cielos después de resucitar: va a prepararnos una
habitación en la Casa del Padre. Pero antes de subir, nos deja una misión: que
anunciemos a nuestros hermanos que Él ha muerto y resucitado y está vivo y glorioso
en la Eucaristía, esperándonos. Virgen María, intercede por nosotros para que
seamos santos y con el ejemplo de vida llevemos a muchos hermanos a la Santa
Misa y al Sagrario.
Tercer Misterio de Gloria: la Venida del Espíritu Santo
sobre María y los Apóstoles en oración. Ya desde el cielo, y junto a su Papá,
Jesús sopla el Espíritu Santo, que se aparece como lenguas de fuego sobre la
Virgen y los amigos de Jesús, llenándolos del Amor de Dios y de la Fortaleza de
Dios para salir a misionar. Virgen María, pídele a Jesús que también a nosotros
nos envíe el Espíritu Santo, para que salgamos a misionar, anunciando que Jesús
ha resucitado y nos espera en la Eucaristía.
Cuarto Misterio de Gloria: la Asunción de María Santísima en
Cuerpo y Alma a los cielos. 0Una vez, la Virgen se durmió y su Cuerpo
Inmaculado se llenó de luz; cuando se despertó, vio a su Hijo Jesús que la
venía a buscar para ir al cielo y estar con Él para siempre. Virgen María, haz
que también nosotros, algún día, subamos en cuerpo y alma a los cielos, para
estar contigo y con Jesús, y para eso, haz que vivamos siempre en gracia de
Dios.
Quinto Misterio de Gloria: la Coronación de María Santísima
en el cielo. Al llegar al cielo luego de su Asunción, Jesús le da una corona de
luz y de gloria a su Mamá en el cielo, porque Ella lo ayudó a llevar la corona
de espinas, sintiendo en su Corazón los mismos dolores de Jesús. Virgen María, pídele
a Jesús que nos ponga su corona de espinas en la cabeza, para que en el cielo
tengamos una como la tuya, una de luz y de gloria.