Hoy en esta fiesta la Iglesia se acuerda de todo lo que
Jesús nos enseñó sobre Dios. Jesús nos dijo que Dios es Uno solo, pero en Él
hay Tres Personas: Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Es lo que se
llama “el misterio de la Santísima Trinidad”. Hasta que vino Jesús, nadie lo
sabía, porque nadie sabía cómo era Dios por dentro y Jesús lo sabía porque Él
es el Hijo de Dios, que conoce a su Papá desde hace mucho pero mucho tiempo, en
la eternidad, y lo ama con el mismo amor con el que lo ama su Papá, el Espíritu
Santo.
Jesús nos enseñó la única verdad sobre Dios: es Uno en
naturaleza y Trino en Personas, y quiere que todos nos salvemos y que vayamos
al cielo para siempre. Dios quiere tanto pero tanto que nos salvemos, que las
Tres Divinas Personas se pusieron a trabajar para rescatarnos: Dios Padre pensó
la mejor manera para salvarnos, y era mandando a su Hijo Jesús aquí a la
tierra, para que muriera en Cruz, nos perdonara los pecados y, cuando su
Corazón fuera traspasado por la lanza del soldado romano, nos regalara a Dios
Espíritu Santo, que venía con la Sangre de su Corazón. Por eso el que bebe en
gracia la Sangre del Corazón de Jesús, que es el Vino de la Misa, se salva,
porque lo que nos salva es el Amor de Dios.
Muchos no saben cómo es Dios, porque no estudiaron el
Catecismo, pero también muchos que estudiaron el Catecismo, después se
olvidaron, y empezaron a creer en un “dios” que no es el Dios de la Iglesia
Católica. Muchos creen que Dios es como una corriente eléctrica que anda por
las estrellas; otros, que es un dios que está en un planeta lejano y que no
sabe nada de los hombres; otros, creen que dios es como cuando alguien tira un “spray”
en aerosol. Nadie sabe la Verdad sobre Dios, solo la Iglesia Católica, y es la
Verdad más linda, porque nos muestra que las Tres Personas que hay en Dios Uno,
nos aman con locura: Dios Padre nos ama tanto, que envió a su Hijo a que
muriera en la Cruz para salvarnos; Dios Hijo nos ama tanto, que murió en la
Cruz y resucitó para salvarnos, y para acompañarnos hasta que lleguemos al
cielo, se queda en la Eucaristía; Dios Espíritu Santo nos ama tanto, que aceptó
derramarse sobre nosotros junto con la Sangre que sale del Corazón de Jesús
traspasado por la lanza del soldado romano.
¡Qué
hermoso es creer en Dios Uno y Trino, en la Santísima Trinidad!
Es
muy hermoso porque al que cree en Dios Uno y Trino, Jesús le ayuda a llevar la
Cruz para que suba al Monte Calvario, para que ahí, en el Monte Calvario, que
es la Puerta abierta al cielo, sea recibido por Tres Personas, que lo llevarán
al cielo y lo harán feliz por toda la eternidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios
Espíritu Santo.
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