(Domingo VI - TP - Ciclo B – 2018)
Jesús
nos deja un mandamiento nuevo: “Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los
otros, como yo los he amado” (Jn 15, 9-17).
¿Qué
quiere decir esto? ¿Quiere decir que hay once mandamientos en vez de Diez? Porque
si antes había Diez mandamientos, al agregar uno más, entonces eso quiere decir
que hay Once mandamientos y no Diez. En realidad, no quiere decir que hay Once
mandamientos; sigue habiendo Diez mandamientos, sólo que el Primero, que es el
más importante de todos, tenemos que cumplirlo no como a nosotros nos parezca,
sino como Jesús nos manda y Jesús nos manda que cumplamos el mandamiento del
amor de hermanos como Él nos ha amado: “Ámense los unos a los otros como Yo los
he amado”.
Entonces,
la clave para saber cómo hay que cumplir este mandamiento, está en ver cómo nos
ha amado Jesús y para eso, tenemos que contemplarlo en la cruz. Allí, en la
cruz, Jesús nos ama con el Amor de su Sagrado Corazón, que es el Espíritu
Santo, y hasta la muerte de cruz. Así es como Jesús nos ama y así quiere que
nosotros cumplamos el mandamiento del amor: que amemos a nuestros hermanos como
Él nos ha amado. Eso quiere decir que debemos amar, no con el amor de nuestros
corazones, porque nuestro amor es muy pequeño y muchas veces, es egoísta e
interesado: tenemos que amar con el Amor de Dios, el Espíritu Santo y como es
Amor de Dios y no nuestro, lo tenemos que pedir en la oración, porque es un
Don, un regalo de Dios. Entonces esto es lo primero que tenemos que hacer:
pedir el don del Espíritu Santo. Lo segundo que tenemos que hacer, es
contemplar a Jesús en la cruz, porque Él dice que debemos amar “como Él nos ha
amado” y Él nos ha amado hasta la muerte de cruz. Por amor a nosotros, Jesús
permite que lo coronen de espinas, que lo crucifiquen con clavos de hierro, que
le traspasen su Corazón con la lanza. Eso quiere decir que debemos imitar a
Jesús y amar a nuestros hermanos –empezando por los que son nuestros enemigos-
hasta la muerte de cruz, porque así es como nos amó Jesús.
“Éste
es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”. A través
de la Virgen María, le pidamos a Jesús que nos dé el Espíritu Santo para que imitando
a Jesús seamos capaces de dar la vida por nuestros prójimos, así como Jesús dio
su vida por nosotros en la cruz.
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