Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

domingo, 6 de mayo de 2018

El Evangelio para niños: Jesús nos manda amar como Él nos amó



(Domingo VI - TP - Ciclo B – 2018)

Jesús nos deja un mandamiento nuevo: “Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado” (Jn 15, 9-17).
¿Qué quiere decir esto? ¿Quiere decir que hay once mandamientos en vez de Diez? Porque si antes había Diez mandamientos, al agregar uno más, entonces eso quiere decir que hay Once mandamientos y no Diez. En realidad, no quiere decir que hay Once mandamientos; sigue habiendo Diez mandamientos, sólo que el Primero, que es el más importante de todos, tenemos que cumplirlo no como a nosotros nos parezca, sino como Jesús nos manda y Jesús nos manda que cumplamos el mandamiento del amor de hermanos como Él nos ha amado: “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”.
Entonces, la clave para saber cómo hay que cumplir este mandamiento, está en ver cómo nos ha amado Jesús y para eso, tenemos que contemplarlo en la cruz. Allí, en la cruz, Jesús nos ama con el Amor de su Sagrado Corazón, que es el Espíritu Santo, y hasta la muerte de cruz. Así es como Jesús nos ama y así quiere que nosotros cumplamos el mandamiento del amor: que amemos a nuestros hermanos como Él nos ha amado. Eso quiere decir que debemos amar, no con el amor de nuestros corazones, porque nuestro amor es muy pequeño y muchas veces, es egoísta e interesado: tenemos que amar con el Amor de Dios, el Espíritu Santo y como es Amor de Dios y no nuestro, lo tenemos que pedir en la oración, porque es un Don, un regalo de Dios. Entonces esto es lo primero que tenemos que hacer: pedir el don del Espíritu Santo. Lo segundo que tenemos que hacer, es contemplar a Jesús en la cruz, porque Él dice que debemos amar “como Él nos ha amado” y Él nos ha amado hasta la muerte de cruz. Por amor a nosotros, Jesús permite que lo coronen de espinas, que lo crucifiquen con clavos de hierro, que le traspasen su Corazón con la lanza. Eso quiere decir que debemos imitar a Jesús y amar a nuestros hermanos –empezando por los que son nuestros enemigos- hasta la muerte de cruz, porque así es como nos amó Jesús.
“Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”. A través de la Virgen María, le pidamos a Jesús que nos dé el Espíritu Santo para que imitando a Jesús seamos capaces de dar la vida por nuestros prójimos, así como Jesús dio su vida por nosotros en la cruz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario