Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

sábado, 21 de julio de 2018

El Evangelio para Niños: Los hombres sin Jesús somos como ovejas sin pastor



(Domingo XVI - TO - Ciclo B – 2018)

         “Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato” (Mc 6,30-34). Para saber qué quiere decir este Evangelio, pensemos en qué es lo que les sucede a las ovejas cuando están sin pastor. Cuando están sin pastor, las ovejas pasan hambre y sed porque por ellas mismas no saben dónde están los pastos verdes y el agua fresca y pasan tanta hambre y sed, que algunas hasta mueren por falta de alimento y de agua. Además, las ovejas están desamparadas frente al lobo porque el lobo es cobarde: cuando ve al pastor, huye, pero cuando ve a las ovejitas solas, se abalanza sobre ellas y con sus dientes afilados desgarra la tierna carne de las ovejitas. Otra cosa que les sucede es que algunas ovejas, desorientadas, caminan cerca del barranco y muchas se caen por el barranco y en su caída, se lastiman, se abre su piel y les sale sangre y muchas hasta sse fracturan sus huesos y por eso, al llegar al final del barranco, quedan malheridas, sin poder moverse siquiera. Y como el lobo huele el olor a sangre, es muy posible que las ovejitas mueran por las dentelladas del lobo.
Bueno, las ovejitas somos nosotros y cuando no hay un sacerdote católico, que nos dé el pasto fresco y el agua fresca de la gracia de los sacramentos, nuestras almas, al no alimentarse de la Eucaristía, sufren hambre y al no poder beber del agua de la gracia que nos viene del sacramento de la confesión, morimos por el pecado mortal. Además, cuando estamos sin sacerdote católico, somos presa fácil de las mentiras y engaños de Satanás, que nos quiere engañar con las sectas y con toda clase de oraciones falsas.
“Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato”. Para que no pasemos hambre y sed, para que nos veamos libres del Lobo infernal, acudamos siempre a los sacerdotes de nuestra Iglesia Católica, para que ellos nos den el pasto fresco y el agua fresca de la gracia sacramental, de la Palabra de Dios y de la Eucaristía y así seremos ovejas sanas, fuertes, al lado de Jesús y de la Virgen, la Buena Pastora.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario