(Homilía
en ocasión de Santa Misa de Primeras Comuniones, Fronterita, Leales)
¿Qué es recibir la Primera Comunión?
Visto desde afuera, es como si alguien recibiera en su boca
un pedacito de pan blanco, sin levadura.
Sin embargo, tomar la Primera Comunión es algo muy distinto,
porque la Eucaristía no es un pedacito de pan, es una Persona, Jesús, el Hijo
de Dios encarnado, que está vivo, glorioso, resucitado, en persona, en la Eucaristía.
Jesús baja del cielo, en la Santa Misa, para quedarse en la Eucaristía, para
que nosotros lo recibamos en nuestros corazones, que deben estar purificados
por la gracia que recibimos en la Confesión sacramental.
Entonces, si recibir la Primera Comunión no es comer un
pedacito de pan, sino recibir a una Persona, al Hijo de Dios, entonces la Primera
Comunión es comenzar una nueva vida en la que Jesús es el centro. Recibir la Primera
Comunión es recibir a Jesús en Persona y como es una persona -la Segunda de la
Trinidad-, entonces comulgar es establecer una relación de vida y de amor con
Dios Hijo, con Jesús. Cuanto más lo reciba en mi corazón, con amor, con fe, con
piedad, en estado de gracia, tanto más crecerá mi amistad y mi amor con Jesús
Eucaristía.
Muchos pueden decir: “Yo no siento nada, no escucho a Jesús,
no veo a Jesús” y es así, porque no vemos ni escuchamos a Jesús con los ojos y
los oídos del cuerpo, pero no porque no lo veamos, no quiere eso decir que
Jesús no esté Presente, en Persona, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en
la Eucaristía. Por eso es tan importante y tan hermoso recibir la Comunión, porque
es recibir a Jesús en Persona, quien me da todo el Amor de su Sagrado Corazón.
No cometamos el error de muchos niños y jóvenes, para quienes
la Primera Comunión es la última, porque luego nunca más vuelven a la Iglesia
para recibir a Jesús. Primera Comunión no significa “última”, sino la primera
de muchas, tantas como pueda recibirlas. Además, si recibir la Comunión es lo
más hermoso de esta vida, ¿porqué nos vamos a privar de lo más hermoso que
tiene esta vida?
Antes de comulgar por primera vez, digamos esta oración a
Jesús: “Querido Jesús Eucaristía, Tú bajas desde el cielo en cada Santa Misa,
para venir a mi corazón y para darme tu Amor; ayúdame a recibirte con amor y
piedad y que esta Primera Comunión sea la primera de muchas más. Jesús
Eucaristía, Tú me das tu Corazón en cada comunión, yo a cambio te doy mi pobre
corazón, para que lo enciendas en el Fuego de tu Amor. Amén”.
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