Primer
Misterio: el Bautismo de Jesús. Jesús el Hijo de Dios, entra en el río
Jordán y mientras el Bautista le echa agua en la cabeza, el Espíritu Santo se
aparece como paloma y se escucha la voz de Dios Padre que dice: “Este es mi
hijo muy amado. Escúchenlo”. Por el bautismo, somos convertidos en hijos
adoptivos de Dios Padre y en hermanos de Jesús. Virgen María, condúcenos al
Espíritu Santo, para que amemos a Dios Padre con el mismo amor con el que lo ama
Jesús.
Segundo
Misterio: las Bodas de Caná. Los esposos se quedan sin vino y por un
pedido especial de la Virgen ,
la Mamá de Jesús,
Él hace un milagro, convirtiendo el agua de las tinajas de piedra, en vino.
Virgen María, pídele a Jesús que convierta nuestros corazones de piedra en
corazones de carne, donde habite el Espíritu Santo.
Tercer
Misterio: la Predicación
del Reino y el llamado a la conversión. Jesús sale a caminar, para
avisar a todos que el Reino de Dios está cerca y que si queremos entrar en él,
debemos convertirnos. Virgen María, haz que nuestros corazones se conviertan a
tu Hijo Jesús: que sean como el girasol, que cuando sale el sol, deja de mirar
a la tierra para mirar al cielo, para que así miremos siempre al Sol de
nuestras vidas, Cristo Jesús.
Cuarto
Misterio: la
Transfiguración en el Monte Tabor. Jesús brilla con
su propia luz, que es más fuerte que miles de soles juntos. Es la luz de la
gracia, que nace de Él así como los rayos nacen del sol. Virgen María, haz que nuestros
corazones vivan siempre iluminados por la gracia de tu Hijo Jesús.
Quinto Misterio: la Institución de la Eucaristía. Antes de subir a la Cruz , Jesús deja su Cuerpo,
su Sangre, su Alma y su Divinidad, en la Eucaristía. Virgen
María, haz que nuestros corazones sean como otros tantos sagrarios, en donde
viva para siempre tu Hijo Jesús.
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