13 setiembre de 1917
Al igual que sucedió en las apariciones anteriores, se registraron una serie de importantes fenómenos cosmológicos, los cuales fueron observados por los que asistieron al lugar,
cuyo número fue calculado entre 15 y 20 mil personas, o tal vez más: el súbito
refrescar de la atmósfera, el empalidecimiento del sol hasta el punto de verse
las estrellas, una especie de lluvia como de pétalos irisados o copos de nieve,
que desaparecían antes de llegar a la tierra. Como de costumbre, los videntes
notaron el reflejo de una luz y, a continuación, vieron a Nuestra Señora sobre
la encina:
Nuestra Señora: Continuad
rezando el rosario para alcanzar el fin de la guerra. En octubre veréis también
a Nuestro Señor, a Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen, y a San José con
el Niño Jesús para bendecir al mundo. Dios está contento con vuestros sacrificios,
pero no quiere que durmáis con la cuerda; llevadla sólo durante el día.
Lucía: Me han
dicho que le pida muchas cosas: la curación de un sordomudo, de algunos
enfermos...
Nuestra Señora: Sí,
curaré algunos, a otros no. En octubre haré el milagro para que todos
crean.
Y comenzando a
elevarse, desapareció como de costumbre.
-Enseñanzas espirituales de la Quinta Aparición de la Virgen
-Se producen fenómenos meteorológicos importantes, como el
palidecer del sol, tanto, que se alcanzan a ver las estrellas. Esto quiere
decir que todo el universo, visible e invisible, obedece a la Virgen, porque
uno de sus títulos, junto al de Madre de Dios, es el de “Reina y Señora de todo
lo creado”, y en el Apocalipsis Ella aparece como “la Mujer revestida de sol,
con la luna a sus pies”. Toda la Creación palidece ante la Presencia de la
Madre de Dios, y el mismo sol se oscurece, como signo de que la luz que
inhabita a la Virgen desde su Concepción Inmaculada, la luz de la Gracia
Increada, es infinitamente más potente que cualquier luz creada. La luz del
sol, o de miles de millones de soles juntos, comparados con la luz de Virgen
María, son como sombras. Esto es lo que quiere decir que el sol palidece. Otro significado
es que la luz de la gracia, que viene por la intercesión de María, es superior
a todo lo creado, simbolizado en la luz del astro sol que se vuelve pálida.
-La Virgen les dice que continúen rezando el Rosario, para
alcanzar el fin de la guerra. El rezo del Rosario, unas palabras recitadas con
unas cuentas de madera unidas por un hilo y rematadas por una cruz, tiene más
poder que el poder de las armas y de las bombas que los hombres fabrican para
matarse entre sí. El Rosario es más poderoso que las armas, porque por el
Rosario los hombres entran en comunión con la Virgen, y a través de Ella y de su
Inmaculado Corazón, entran en contacto con Dios, que es la Paz y el Amor en sí
mismos, y la Paz y el Amor de Dios, que vienen por el rezo del Rosario, son
inimaginablemente más potentes que el poder de las armas fabricadas por los
hombres. Además, el evangelista Juan dice que Dios “es Amor”, y el Amor de Dios
es “más fuerte que la muerte”, y por eso es que, al rezar el Rosario, se
alcanza la paz: porque por el Rosario viene a los corazones de los hombres el
mismo Dios en Persona, que es Amor, Paz y Vida, y Dios, que es Amor, Paz y
Vida, triunfa siempre sobre aquello que los hombres construyen con las armas:
odio, guerra y muerte.
-Debido a que los niños han hecho sacrificios, la Virgen
está contenta con ellos, pero les dice que hay algunos, de modo particular, que
no los deben hacer. El que quiera hacer algún sacrificio más fuerte, debe
consultarlo siempre con su director espiritual –es muy conveniente tener uno- y
obedecer a todo lo que él diga, porque más vale un sacrificio hecho por
obediencia, que miles hechos por propia voluntad.
-La Virgen curará a algunos enfermos, a otros no. Todo depende
de la Voluntad de Dios, que siempre nos da lo mejor para nosotros. Si a alguno
le servirá para su salvación que se cure, entonces lo curará, pero si no le
sirve, no lo curará. Puede suceder que algunos, recibiendo el milagro de la
curación, sintiéndose con buena salud, no la aprovechen para el bien, y por eso
no reciben el don de la curación; a otros, puede ser que por la enfermedad
alcancen el cielo, y por eso no reciben la curación. Como sea, Dios siempre nos
da lo mejor para nosotros.
-La Virgen dice que en octubre “hará el milagro para que
todos crean”, un milagro que asombrará a todo el mundo.
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