Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

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sábado, 21 de abril de 2018

El Evangelio para niños: Jesús es el buen Pastor



(Domingo IV – TP – Ciclo B – 2018)

         En esta parábola (Jn 10, 11-18), Jesús utiliza la imagen de un pastor con su rebaño; en la imagen hay además malos pastores, el lobo que acecha al rebaño y ovejas que no están en el rebaño pero que le pertenecen a Él. ¿Qué quiere decir esta imagen? El Buen Pastor es Él, Jesús, el Hijo de Dios encarnado, que ama tanto a su rebaño que da la vida por sus ovejas, enfrentando al Lobo que quiere devorarlas. El Lobo no es el lobo creatura, es decir, el animalito creado por Dios: es el Lobo infernal, el Demonio, que “anda rugiente como un león, buscando a quien devorar” (cfr. 1 Pe 5, 8). El redil, el lugar donde descansan las ovejas, es la Iglesia Católica, por eso es que quien pertenece a la Iglesia Católica está protegido por el Buen Pastor, Jesús. El pasto verde y el agua cristalina es la gracia santificante que recibimos por los sacramentos. En cuanto al lobo y al pastor, es la lucha entre el Demonio y Jesús: así como un lobo busca a las ovejas y da vueltas alrededor del rebaño, buscando atrapar a alguna oveja descuidada para darle muerte con sus dientes, clavándole sus colmillos en su piel y destrozando su cuerpo, así el Demonio nos acecha para tendernos trampas y hacernos caer en el pecado, para destruir en nuestras almas la vida de la gracia. Pero como así también el buen pastor, frente a la amenaza del lobo, no deja a sus ovejas solas, sino que sale a defenderlas y si es necesario, lucha con su cayado contra el lobo para darle muerte, así también nuestro Buen Pastor, Jesús, baja desde el cielo para encarnarse en la Virgen y enfrentar al Lobo infernal con su cayado, que es la Santa Cruz, dándole muerte a este Lobo del Infierno, es decir, derrotándolo para siempre. Y aunque Él muere en la Cruz en esta lucha contra el Lobo del Infierno, luego resucita y así lo vence para siempre, para siempre.
¿Quiénes son los malos pastores? Son los pastores falsos, es decir, los que pertenecen a iglesias falsas o a sectas, porque sus doctrinas son venenosas y engañan a los fieles, aunque también hay malos pastores dentro de la misma Iglesia Católica: son sacerdotes que están más preocupados por sí mimsmos que por los fieles.
Por último, ¿quiénes son las ovejas que no están en el rebaño, pero que pertenecen al rebaño de Jesús? Son personas de buena voluntad que, aunque estén en Iglesias falsas o en sectas, o incluso si llegan a ser ateas, aman a Jesús en lo más profundo de sus corazones y sólo están esperando una llamada suya para ingresar en la Iglesia Católica.
Jesús es el Buen Pastor y nosotros, que somos sus ovejas, reconocemos su voz y su voz sale desde el sagrario, desde la Eucaristía y desde allí nos dice: “Vengan a Mí los que estén tristes y agobiados y Yo los aliviaré”. También nos dice: “Yo estoy con ustedes todos los  días, hasta el fin del mundo”: el Buen Pastor está en la Eucaristía y estará ahí hasta el fin del mundo, para acompañarnos todos los días de nuestra vida. Acompañemos a Jesús, el Buen Pastor, en su Prisión de Amor, el sagrario.

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