(Domingo XIV – TO – Ciclo B - 2015)
El
Evangelio de hoy nos dice que Jesús “va a su pueblo con sus discípulos” y luego
va a la sinagoga a enseñar. Pero después, cuando Él quiere hacer milagros, no
puede, porque los habitantes del pueblo, que lo conocían a Él desde niño, no
creen en Él.
¿Qué
es el milagro? El milagro es algo que sólo Dios puede hacer; es una obra que
sólo Dios puede hacer, porque se necesita el poder, la sabiduría y el Amor de
Dios para hacerlo. Por ejemplo, una curación milagrosa, multiplicar panes y
peces, devolver la vista a un ciego, resucitar muertos. Todas estas cosas, son
cosas maravillosas, pero que sólo Dios puede hacer; estas cosas maravillosas se
llaman “milagros”, y decimos que sólo Dios las puede hacer, porque se necesita
un poder infinito –eso se llama “Omnipotencia”-; se necesita saber muchísimo –eso
se llama “Sabiduría”- y se necesita querer hacerlo sólo por amor –y eso se
llama “Amor”-, y todo esto sólo está en Dios. El hombre no puede hacer
milagros, a menos que Dios le dé su poder para hacer milagros, y esto es lo que
sucede con la Virgen y los santos, que sí pueden hacer milagros, pero con el
poder de Dios. El demonio no puede hacer milagros verdaderos; sólo hace
milagros falsos, que engañan, como si fueran trucos de magia. Sólo Dios puede
hacer milagros verdaderos.
Y
de todos los milagros de Dios, hay uno que sobresale, por ser el más
maravilloso y hermoso de todos: el milagro de la conversión del pan y del vino
en el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesús. Este milagro se llama
“transubstanciación”, y es producido por el mismo Jesús, a través del
sacerdote, en la Santa Misa, por medio de las palabras de la consagración. No hay
milagro más grande y maravilloso que éste, en el que Jesús convierte un simple
pan y un simple vino, en su Cuerpo y Sangre, para luego venir a nuestros
corazones por la comunión eucarística y darnos todo el Amor de su Sagrado
Corazón Eucarístico.
¿Qué
se necesita para creer en un milagro? Querer creer. ¿Es importante creer en los
milagros de Jesús? Sí, es importante, porque el que cree, recibe de Jesús
muchos milagros en su vida, pero el que no cree, no deja que Jesús obre
milagros en su vida.
Si
queremos que Jesús obre milagros en nuestras vidas, entonces no seamos como los
habitantes del pueblo de Jesús, que no creían en Jesús. Si queremos que Jesús
obre milagros maravillosos en nosotros, entonces creamos que Él es Dios, el Hijo
de Dios y que puede hacer milagros, porque tiene el poder para hacerlo. Y quedaremos
sorprendidos por los milagros que hará en nuestras vidas.
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