Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

miércoles, 27 de marzo de 2013

Via Crucis para Niños



         -Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         1ª Estación: Jesús es condenado a muerte. Jesús, siendo inocente porque jamás cometió ni siquiera el más pequeño pecado venial, es condenado a muerte. Como Jesús, miles de niños por nacer son condenados a morir en el vientre de sus mamás. ¡Jesús, recíbelos en el cielo, y perdona a sus mamás, que no saben lo que hacen!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         2ª Estación: Jesús carga la Cruz y marcha camino del Calvario. La Cruz que lleva Jesús lleva todos mis pecados: mis desobediencias, enojos, egoísmos, peleas, pereza. Jesús se los lleva todos, para hacerlos desaparecer para siempre con su Sangre. ¡Jesús, haz que crezcamos en estatura y en gracia, para que seamos cada día más y más santos!    
-Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         3ª Estación: Jesús cae por primera vez. La Cruz de Jesús es muy pesada porque lleva todos mis pecados. Al caer, Jesús se golpea sus rodillas y sus manos y la Cruz, al caer sobre Él, le hace doler más sus heridas. ¡Te doy gracias por tu Amor, Jesús, porque tropiezas y caes para que yo pueda caminar seguro por el Camino de la Cruz, el único camino que lleva al cielo!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         4ª Estación: Jesús encuentra a su Mamá, la Virgen. En su andar por el Camino de la Cruz, Jesús está rodeado de mucha gente enojada, que le grita cosas y lo golpea. Al encontrarse con su Mamá, Jesús se alegra, porque los ojos de su Mamá le transmiten amor, paz y fortaleza, y así Jesús puede seguir llevando la Cruz. ¡Jesús, que tu Mamá, la Virgen, que es también Madre mía, me acompañe y me ayude a llevar mi cruz todos los días de mi vida!  
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         5ª Estación: El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz. Jesús está muy cansado porque el desamor de los hombres hace que la Cruz sea cada vez más pesada. Para que pueda llegar al Calvario, le piden a Simón de Cirene que ayude a Jesús a cargar la Cruz. ¡Jesús, haz que pueda verte en mi hermano que sufre, para que con mis obras buenas, lo ayude a llevar su Cruz!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         6ª Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús. El rostro de Jesús está todo hinchado por los golpes recibidos; un ojo suyo está cerrado a causa de la bofetada que le dio el criado del sumo sacerdote; además, está todo cubierto de tierra, que se ha convertido en barro al mezclarse con las lágrimas, el sudor y la sangre. La Verónica se pone muy triste al ver a Jesús, y por eso se acerca para secarle el rostro. En recompensa, el rostro de Jesús queda impreso en la tela de la Verónica. ¡Jesús, te ofrezco mi pobre corazón, para que imprimas en él tu santísimo rostro!
-Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         7ª Estación: Jesús cae por segunda vez. El Camino de la Cruz es un camino estrecho y difícil de recorrer porque es en subida y porque la Cruz es muy pesada, pero es el único camino que lleva al cielo. Hay otro camino, más fácil de recorrer, porque es ancho y en bajada, y no hay que llevar la Cruz ni cumplir los Mandamientos, pero termina de repente en un pozo oscuro en cuyo fondo habita el ángel caído. ¡Jesús, haz que yo nunca reniegue de la Cruz y que vaya siempre detrás de ti, para poder llegar al cielo!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         8ª Estación: Jesús habla a las piadosas mujeres. Las mujeres de Jerusalén lloran por Jesús, pero Jesús les dice que deben más bien llorar por ellas. ¡Jesús, dame la gracia de tener un corazón contrito y humillado, para poder llorar por mis pecados, para que pueda reír y alegrarme para siempre en tu Reino!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
 -Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         9ª Estación: Jesús cae por tercera vez. La Cruz se hace cada vez más pesada. Son mis pecados los que hacen caer a Jesús. Los pecados nacen del corazón de los hombres, por eso te pido un corazón nuevo, manso y humilde como el tuyo, un corazón en gracia y lleno de fe y de amor a Dios y a los hermanos. ¡Jesús, haz que al verte caído por mis pecados, me decida a morir antes que pecar!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         10ª Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras. Al llegar a la cima del Monte de la Cruz, le quitan a Jesús sus vestimentas, y sus heridas, que se habían pegado a la tela, se abren provocándole mucho dolor y haciéndolo sangrar nuevamente. ¡Jesús, que yo me vista modestamente y con pudor, al recordarte despojado de tus vestiduras, pero sobre todo, haz que esté siempre revestido con el blanco manto de la gracia santificante!
-Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         11ª Estación: Jesús es crucificado. En la Cruz hay un cartel que dice: “Jesús Nazareno, Rey de los judíos”. Jesús, coronado de espinas, es crucificado con gruesos clavos de hierro que atraviesan sus manos y sus pies. Somos nosotros los que lo crucificamos con los pecados, pero Jesús no pide que Dios nos castigue por crucificarlo, sino que le pide que nos perdone: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. ¡Jesús, enséñame a perdonar con el mismo perdón con el que Tú me perdonas desde la Cruz!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         12ª Estación: Jesús muere en la Cruz. A las tres de la tarde del Viernes Santo, Jesús, luego de dar un fuerte grito, muere en la Cruz. Con su muerte, ha abierto para mí las puertas del cielo, y esas puertas son su Sagrado Corazón traspasado. ¡Jesús, enciérrame en tu Corazón, para que viva de tu Amor, y no permitas que nunca salga de él!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         13ª Estación: Jesús es bajado de la Cruz. Lo recibe su Mamá, que está muy triste y llora mucho por la muerte del Hijo de su Amor. Llora tanto la Virgen, que con sus lágrimas lava el rostro de Jesús. ¡Virgen María, dame tus ojos para ver a Jesús, dame tus lágrimas para llorar mis pecados, dame tu Corazón para amar a Jesús con tu mismo Amor!
         -Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
-Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
         14ª Estación: Jesús es sepultado. Colocan el Cuerpo sin vida de Jesús en el sepulcro. Pero el Domingo resucitará con su Cuerpo glorioso, y dejará vacío el sepulcro, para ir a ocupar el altar y el sagrario. Jesús dio su vida en la Cruz para que yo pueda recibirlo en la Santa Misa, en la Eucaristía. ¡Virgen María, haz que siempre vaya a buscar el Cuerpo de Jesús resucitado en la Eucaristía!
-Padrenuestro, Avemaría, Gloria.






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