(Domingo
I – TA – Ciclo A – 2016-2017)
¿Qué quiere decir “Adviento”? Quiere decir “venida” o “llegada”.
Cuando decimos “Adviento” en la Iglesia, estamos hablando de alguien que viene
o que llega. ¿Y quién es el que viene o el que llega? Jesús. En Adviento,
entonces, el que “viene” o “llega” Jesús. ¿Cuántos Advientos hay? Hay dos
Advientos, uno que dura hasta Navidad, y otro que dura toda la vida. ¿Cómo es
eso? Veamos.
Por el Catecismo, sabemos que Jesús ya vino por primera vez,
en Belén, y en Adviento nos preparamos para recordar y participar de su Primera
Venida, sólo que ahora, en vez de nacer en un pesebre, Jesús va a nacer en
nuestros corazones, y es por eso que en Adviento preparamos nuestros corazones,
por la oración, la penitencia y las buenas obras, para que pueda nacer allí
Jesús. Este Adviento llega hasta Navidad.
También sabemos, por el Catecismo, que Jesús va a venir por
segunda vez, al final del mundo, en el Día del Juicio Final, y va a venir para
juzgar a toda la humanidad, para darle a los buenos el cielo y a los malos, el
infierno. En Adviento, entonces, nos preparamos para estar listos para cuando
venga por Segunda Vez, y la forma de prepararnos es estar como el siervo de la
parábola, que en la madrugada, estaba despierto, con una túnica ceñida y la lámpara
encendida, esperando la llegada de su Señor. Este otro Adviento dura toda la
vida, porque en cualquier momento de la vida, puede llegar Jesús y para cuando
llegue, tenemos que tener la túnica de la gracia, la luz de la fe y las manos
llenas de obras buenas, para que Jesús nos lleve al cielo, cuando venga al fin
del mundo.
Entonces, en el Adviento que llega hasta Navidad, tenemos
que preparar nuestros corazones para que allí pueda nacer el Niño Dios, y por
eso tenemos que ser como el Portal de Belén; para el Adviento que dura toda la
vida, tenemos que ser como el siervo fiel y vigilante, que espera que llegue su
señor en cualquier momento.
Por último, hay un tercer Adviento, y es la Misa, porque en
cada Misa, Jesús “viene”, “llega”, desde el cielo hasta la Eucaristía, y para
ese Adviento, para esa llegada de Jesús, tenemos que tener el corazón siempre
bien preparado y listo, limpio por la gracia y lleno de buenas obras.
Adviento, entonces, es esperar a Jesús, que vino por Primera
Vez en Belén, que va a venir por Segunda Vez al fin del mundo, y que viene, en
cada Misa, por la Eucaristía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario