Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

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miércoles, 18 de agosto de 2010

El Credo para niños y jóvenes


“Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la tierra”.

Tener fe es creer sin ver. Yo no te veo, Padre, pero sí veo la obra de tus manos: el cielo, la tierra, y todo lo que hay en ellos, y por ellos creo en Ti. ¡Qué hermoso es todo lo que creaste! ¡Y todo lo hiciste para mí: las montañas, los mares, los animalitos que más me gustan…! ¡Cuánto te agradezco, Padre mío del cielo, por tu bondad y por tu gran amor!

“Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen…”.

Dios es Uno, y en Él hay Tres Personas Divinas, que trabajan juntas para que yo me salve: Dios Padre envía a su Hijo, para que nazca de la Virgen María, y el que lo trae a este mundo es Dios Espíritu Santo. Cuando nació, Jesús salió de la Virgen igual que un rayo de sol cuando pasa por un cristal. ¡Dios Padre manda a Dios Hijo a nacer de la Virgen, para regalarme a Dios Espíritu Santo!

“Padeció bajo el poder de Poncio Pilato…”

Lo culpan a Jesús de algo que no hizo. Él no hizo nunca nada malo, porque era el Cordero de Dios, pero lo mismo sufrió para que nos salvemos. La verdad es que a nosotros nos tendrían que castigar, por todas las cosas malas que hacemos muchas veces, pero Jesús se pone en lugar de nosotros, y sin haber hecho nada malo, recibe un castigo. ¡Le prometamos a Jesús y a la Virgen que nunca vamos a hacer nada malo!

“Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos…”.

Jesús subió a la cruz para morir por nosotros. ¡Cuánto sufrió Jesús en la cruz! Y sigue sufriendo cada vez que hacemos un pecado. ¡Jesús, te amo, y no quiero hacerte sufrir más! Después que murió, llevaron el cuerpo de Jesús a una tumba cavada en la roca, y mientras estuvo en la tumba, bajó a los infiernos, a buscar a todos los que eran buenos, para llevarlos al cielo.

“Al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzga a los vivos y a los muertos…”

Jesús murió el Viernes Santo, y ese día, frío y oscuro, todos lloraban. El Sábado, su Mamá, la Virgen, lo esperaba en silencio al lado de la tumba. Y el Domingo… ¡Resucitó! Resucitar quiere decir que Jesús estaba muerto, pero volvió a la vida, y ya no va a morir más. ¡Y nos quiere llevar a todos al cielo, junto a Él y a la Virgen! ¡Seamos buenos para ir al cielo con Jesús y María!

“Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados…”

El Espíritu Santo, que en la Biblia aparece como una paloma, es el Amor de Dios, y fue Jesús quien nos regaló al Espíritu Santo, después de resucitar. Él lo sopló sobre la Virgen y sobre los amigos de Jesús, para que todos estén juntos en una misma Iglesia, y para que todos nos amemos como hermanos. Además, el Espíritu Santo nos perdona los pecados en la confesión.

“La resurrección de la carne y la Vida eterna. Amén”.

Jesús resucitó, salió vivo y lleno de luz de su tumba, y va a venir al final para que todos también resucitemos como Él. Pero como con este cuerpo de materia no podemos ir al cielo, porque es pesado, Jesús va a hacer que nuestro cuerpo sea un cuerpo espiritual, y así sí vamos a poder ir al cielo, para estar con Jesús, con la Virgen, con los ángeles y con los santos, para siempre. Y también con Dios Padre y con Dios Espíritu Santo. ¡Ven, Jesús, a llevarnos al cielo!

3 comentarios:

  1. muchas gracia me sirvio mucho la explicacion del credo gracias

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  2. no me lo e aprendido pero esta muy bonito atentamente naomi

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  3. tendrán alguna explicación similar pero del Credo largo?

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