Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

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sábado, 30 de mayo de 2015

La Santísima Trinidad explicada para Niños


         ¿Cómo es Dios? Los católicos lo sabemos porque Jesús nos lo reveló en el Evangelio y todo lo que Jesús nos reveló en el Evangelio, la Iglesia nos lo enseña en el Catecismo. ¿Y qué dice el Catecismo acerca de Dios? Nos enseña el Catecismo que Dios es Uno y Trino: “Uno en naturaleza y Trino en Personas”. Que sea “Uno en naturaleza”, quiere decir que hay un solo Dios, y que no hay más que uno, y que sea “Trino en Personas”, quiere decir que en Él hay “Tres Personas” Distintas, las cuales son: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero son iguales porque las tres son el mismo y único Dios, por lo que las Tres merecen la misma adoración, el mismo honor, la misma gloria y el mismo amor.
También podemos decir que para nosotros, los católicos, en Dios sucede algo parecido a lo que sucede en nuestras familias: en las familias hay personas y hay amor: en Dios hay Tres Personas, unidas por el Amor: las Tres Personas son: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y hay Amor, porque el que los une al Padre y al Hijo, es el Amor, el Espíritu Santo.
Pero no tenemos que pensar que esas Tres Personas están allá lejos en el cielo, sin preocuparse por nuestras vidas: las Tres Divinas Personas nos aman y nos aman tanto, que quieren llevarnos a todos al cielo y para que todos vayamos al cielo, las Tres Divinas Personas se reunieron en el cielo, en donde viven e idearon un plan, el plan de salvación: Dios Padre, movido por el Amor, le pidió a su Hijo que se encarnara en el seno de la Virgen, para que luego pudiera subir a la cruz y dar su vida por nosotros; Dios Hijo, movido por el Amor, le dijo que “Sí” a su Papá, Dios, y se encarnó en el seno de su Mamá, la Virgen; nació milagrosamente en Belén y, cuando fue grande, subió a la cruz, entregó su Cuerpo en la cruz y derramó su Sangre, para perdonar nuestros pecados; Dios Espíritu Santo, que es el Amor de Dios, fue el que llevó al Padre y al Hijo a salvar a la humanidad, que se había apartado de Dios por escuchar la voz de la Serpiente en el Paraíso. Finalmente, como parte del plan de salvación, las Tres Personas de la Trinidad nos dieron lo que Ellas más amaban, la Virgen, que es el don de la Trinidad para todos nosotros. La Virgen es Hija de Dios Padre; es Madre de Dios Hijo y es Esposa de Dios Espíritu Santo, y las Tres Divinas Personas nos la dieron, para que fuera nuestra Madre del cielo, para que la Virgen, al pie de la cruz, nos adoptara a todos como hijos suyos, nos cubriera con su manto, nos refugiara en su Inmaculado Corazón y nos alimentara con el Pan de Vida Eterna, el Sagrado Corazón Eucarístico de su Hijo Jesús.

Como vemos, las Tres Personas idearon ese plan de salvación, para que todos vayamos al cielo y es por eso que no podemos decir que las Tres Divinas Personas no se interesan por nosotros: mucho más que interesarse, nos aman tanto, que nos dan lo que más aman, a Jesús en la Eucaristía y a la Virgen como Madre. Por tanto amor recibido de las Tres Divinas Personas, nosotros, en acción de gracias y en adoración, le pedimos a la Virgen que sea Ella la que tome nuestros corazones y los coloque en la patena, para que todo nuestro amor a Dios Trino se una al Amor contenido en la Eucaristía, que es el Amor del Sagrado Corazón de Jesús, y así suba, por sus manos, como una ofrenda agradable, hasta el trono de Dios Uno y Trino en el cielo.  

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