Cristo Eucaristía, Luz de la niñez y de la juventud

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jueves, 25 de junio de 2015

Catecismo para Niños de Primera Comunión - Lección 7 – La Encarnación


Catecismo para Niños de Primera Comunión[1] - Lección 7 – La Encarnación


         Doctrina
         ¿Qué es la Encarnación? La Encarnación es el misterio del Hijo de Dios hecho Hombre por amor al hombre, para salvar al hombre de su eterna perdición.
         ¿Cuál de las tres divinas Personas de la Santísima Trinidad se hizo hombre? Sólo se hizo hombre la Segunda, que es el Hijo.
         ¿Cómo se realizó la Encarnación? La Encarnación del Hijo de Dios se realizó así: 1) El Espíritu Santo creó en las entrañas purísimas de la Virgen María un cuerpo perfectísimo, el cuerpo del Hijo de Dios, el cual, como todos los hombres al ser concebidos, tenía el tamaño de una célula y era solo una célula. La diferencia con los demás hombres es que en la concepción del Hijo de Dios hecho hombre, no hubo intervención de varón, porque su concepción fue virginal. 2) El Espíritu Santo creó también de la nada un alma humana, perfecta, y la unió a aquel cuerpo; 3) en el mismo instante, a este cuerpo y alma se unió el Hijo de Dios –y en esto consiste la “Encarnación”, porque el Espíritu Puro que es el Hijo de Dios, se “encarna”, es decir, se une a la “carne”, a la naturaleza humana-, y el que antes era sólo Dios, sin dejar de serlo, comenzó a ser Hombre perfecto, Jesús de Nazareth. Por ese motivo, Jesús es llamado el “Hombre-Dios”.
         ¿Cuántas naturalezas hay en Jesucristo? En Jesucristo hay dos naturalezas: una divina, porque es Dios, y otra humana, porque es hombre.
         ¿Cuántas Personas hay en Jesucristo? En Jesucristo hay una sola Persona, que es divina, y es la Segunda de la Santísima Trinidad.
        






Explicación
         En esta imagen se representa el misterio de la Encarnación. Vemos al Arcángel San Gabriel, quien se aparece a la Virgen María en su casita de Nazareth, para anunciarle que Dios la ha elegido para ser Madre del Salvador; la saluda con estas palabras: “Dios te salve, María, llena eres de gracia…”.
         María respondió al ángel: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38). Y en ese mismo instante, el Verbo, la Palabra del Padre, fue llevada por el Espíritu Santo, el Amor de Dios, desde el seno del Padre, al seno de la Virgen, quien se convertía así en la Madre de Dios. Así se producía la Encarnación de Jesucristo, Dios hecho hombre, sin dejar de ser Dios[2].
         Práctica: durante el día (en algunas partes tocan las campanas tres veces al día en recuerdo de la Encarnación) me acordaré de que el Hijo de Dios se hizo hombre por mí y rezaré el Angelus[3].
         Palabra de Dios: “Al principio (de la Creación, como en el Gén 1, 1) era (existía) ya el Verbo, y el Verbo (la Palabra del Padre, Jesucristo, por el cual fueron hechas todas las cosas) era Dios… Y el Verbo se encarnó, se hizo hombre” (Jn 1, 1 y 14) (Léase Lc 1, 26-38).
         Ejercicios bíblicos: la Encarnación es obra del Amor de Dios: Jn 3, 17; Gál 2, 20; Jn 15, 13; Ef 5, 2.




[1] Adaptado de El Catecismo ilustrado, de P. BENJAMÍN SÁNCHEZ, Apostolado Mariano, Sevilla 3 1997.
[2] Conviene advertir que el nombre de “Jesucristo” se compone de “Jesús” y “Cristo”, y por eso unas veces lo llamamos Jesús, otras Cristo, el Mesías, el Salvador, etc.
[3] Explicar esta oración a los niños

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